
Dejémonos de eufemismos.
A veces no es hacer el amor, porque no es amar, amar le queda grande, abarca más, amar confunde, enreda, amar hay que saber decirlo, hay que saber sentirlo.
A veces no es cochar, cochar suena vulgar y torpe, cochar se escucha demasiado genital, directo al grano.
Ni fornicar, se oye ajeno, extranjero, postizo, forzado.
No es coger, coger es reggaetón y olvido.
Tampoco acostarse, no siempre reina la horizontalidad en la trama,
mucho menos dormir, generalmente nadie duerme en una historia así.
A veces es simplemente eso: sexar. yo sexo, tú sexas, él sexa, nosotros sexamos, vosotros sexais, ellos sexan.
